sábado, 15 de marzo de 2025

Malonyay escribe al ministro en 1961

Una lectora del blog que está investigando en el AGA me ha proporcionado una carta que Thomas Desiderio Malonyay Hutfless (Budapest, 1908 - Madrid, 1962), organizador de la “Junta de Defensa del Patrimonio Artístico de Toledo”, dirigió al Ministro de Educación en 1961. Por su interés reproduzco aquí su transcripción. Conviene que los seguidores del blog relean la entrada "La protección del tesoro artístico en la provincia de Toledo".


Aunque realiza un descargo de responsabilidades sobre su actuación similar al realizado en su sumario, son interesantes otros datos que añade pasadas más de dos décadas desde la finalización de la Guerra, como son: que regresó a Toledo, sobre sus copias y estudios de El Greco, su amistad con San Román o el paradero del retrato de “Doña Jerónima de la Fuente" de Velázquez.


El retrato de Doña Jerónima de la Fuente es un tema de actualidad por estar en la TEFAF de Maastricht, la feria de arte antiguo más importante del mundo. Su exhibición ha levantado alboroto porque The Guardian ha advertido que está a la venta, mientras que Cultura lo niega. Los expertos piden al Estado que actúe para hacerse con la propiedad, actualmente de la Colección Fernández Araoz, procedente del Real Monasterio de Santa Isabel de los Reyes de la ciudad de Toledo.


Sor Jerónima de la Fuente de Velázquez.

https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/la-venerable-madre-jeronima-de-la-fuente/7fdeb84a-a3ba-42c9-a4d1-ebca272878ce



[Folio 1r]


Excmo. Sr. D. Jesús Rubio.

Ministro de Educación Nacional 

MADRID


Excmo. Sr. 


Ruego, que estas líneas mías, sean interpretadas como exposición de la escueta verdad y realidad, motivada por la reciente creación del Museo de Santa Cruz en Toledo y por el cierre del Museo Parroquial de San Vicente, en la misma Ciudad, confiando en la conocida rectitud de V.E., para resolver en justicia mi petición. 


Nací en Budapest, el 24 de octubre de 1908. Soy católico. Sigo siendo hungaro. Mi padre, Desiderio, escritor y crítico de Arte (véase suplemento Enciclopedia Espasa), falleció en 1916. Terminado mi Bachillerato en Budapest, con matrículas de honor, estudié Derecho y Filosofía en la Universidad de Berlín. 


Por vocación irresistible dejé la carrera Universitaria por el Arte. Soy pintor, En el año 1924 vine desde Berlín a España, a Toledo, donde residí sin interrupción hasta el año 1936. Vecino de la Imperial ciudad hasta esta fecha, y desde entonces el de Madrid, casado, con domicilio en la calle Francisco Navacerrada, 46, 1º (tef. 25-62-53-0).


En Toledo, durante doce años he gozado la simpatía general y la hospitalidad benévola de los toledanos. Nunca he pertenecido a partido político alguno, ni he tenido contacto en este sentido ni dentro ni fuera de España con nadie. He vivido con mi arte y por arte, favorecido por altas personalidades del Clero y de la aristocracia de sangre y dinero española, sin menospreciar a la gente humilde. El fruto de mis investigaciones sobre el Greco, ya aparecerá un día. 


Por concurso (Real Orden 23 septiembre 1926), obtuve la cátedra de alemán del Instituto Nacional de Segunda Enseñanza, en Toledo, cuyo cargo como profesor desempeñé hasta 1936, no obstante por la reforma del plan de IIª Enseñanza, llevada a cabo por la - pública, quedé cesante transitoriamente. El Claustro del Instituto creó  y sostuvo con fondos propios cursos semioficiales a mi cargo.


Mi casa y mi estudio en Toledo eran albergue de un elevadísimo número de obras de arte. Adjunto fotocopia de un documento depositado en la Legación Real de Hungría (octubre de 1936), en el que la mayoría de estas obras se hallan descritas. Muchas de estas obras artísticas eran heredadas del patrimonio familiar y muchas adquiridas a lo largo de los años en Toledo, con pasión y cariño -tos de desvelos y de trabajo y de coleccionista estudioso. Mi casa en Toledo, era bien conocida y frecuentada por personalidades de toda España y del extranjero. Mis copias y mis interpretaciones de obras de El Greco, se hallen en distintos países. La "Asunción de la Virgen", en la gran escalinata de la Ópera de San Francisco de California, regaló en Mr. Max Rusinberg, a la ciudad de San X.


[Folio 1v]


Toledo ha sido para mí la segunda Patria. Me sentía y me siento todavía obligado a gratitud con la Imperial Ciudad. En agosto 1936 al tener noticias de la destrucción del retrato del “Cardenal Tavera” obra del de Greco, obedeciendo a impulsos de artista y hombre consciente, fue el promotor de la organización de la “Junta de Defensa del Patrimonio Artístico de Toledo". En mi Consejo de Guerra recabé para mí toda la responsabilidad de este Organismo. Creí actuar como si fuese un campo de batalla. Encima de intereses de partidos y de toda pasión política. Yo consideré las obras inmortales de la histórica Ciudad, no solamente como bienes de la misma, ni solamente de España, sino bien común de la Humanidad. Pude hacerlo así por ser extranjero. Por ser absolutamente ajeno a toda política, por gozar de aprecio general, de todo el vecindario toledano y por la firmísima convicción de cumplir una misión histórica. Este me dió alientos a vencer obstáculos casi invencibles. 


En Toledo, en los trágicos días de agosto y de septiembre del año 1936, recoger y depositar en la Caja Fuerte del Ayuntamiento, una obra religiosa; era jugarse la vida. Yo me la jugué diariamente. (Véase retrato de “Doña Jerónima de la Fuente", de Velázquez. Eran dos retratos. Uno de ellos, actualmente en el Museo del Prado; otros en la colección del Sr. Araoz en Madrid. En mi Consejo de Guerra petición del Fiscal: pena de muerte, por haberlos robado. 


Pero en Toledo, ciudad de las leyendas, la leyenda puede más que la verdad. En alrededor de mí la fantasía hace giro suposiciones absurdas, relaciones jamás existidas. No es inmodestia, pero me cabe la satisfacción de poder afirmar y demostrar, que toda mi actuación en Defensa del Patrimonio Artístico de Toledo, obedeció únicamente cumplir un deber impuesto libremente a mí mismo, por mi propia voluntad, sin anhelar agradecimiento por parte de nadie por ello. He salvado vidas, he salvado obras de arte de inestimable valor de su destrucción seguro. No tengo que reprocharme nada, si no es de no haber llegado a tiempo para salvar un “San Francisco”, obra de El Greco, en el pueblecito de Bargas, cerca de Toledo. El lienzo fue pasto de las llamas.


Esta misma labor, aunque en amplitud centuplicada, llevé a cabo como vocal de la Junta de Defensa del Patrimonio Artístico de Madrid, que se extendió toda su protección sobre la capital, incluyendo todas las provincias de sus alrededores. Me cabe el orgullo y el gran honor, de haber puesto sano y salvo obras de la más elevada alcurnia de la cultura hispana: el “Acta Matrimonial” de Cervantes, de Esquivias, su “Carta dotal” de Illescas; la “Arca Santa de San Ildefonso de Madrid;  los tapices Pastrana; el cuadro de Zurbarán de Jadraque; la "Asunción” de Goya, de Chinchón, los “Frescos de San Antonio de la Florida"; el "San Francisco de El Greco de Cuerva; los cinco “Grecos" de Illescas (en este caso actas notariales levantadas); la “Santa Anita” de la capilla de los Reyes Nuevos de la Catedral de Toledo, etc. etc. Cito solamente unas cuantas obras, pues su enumeración abarcaría folios. 


A raíz de terminar la guerra, fui detenido, me leyeron con sol-dad un comunicado oficial de la Jefatura del Estado. Me dijeron textualmente: “En nombre de S.E. Jefe del Estado Español, estoy obligado a expresar a Vd, nuestro más profundo agradecimiento por su abnegada labor en defensa y protección del Tesoro Artístico Nacional". 


El 15 de febrero de 1940, el Juzgado Militar nº 2 de Madrid, me puso en libertad provisional. En el mismo año fui detenido de nuevo y seis meses más tarde puesto en libertad. Fui detenido otra vez en mayo 19XX, pasé por varias cárceles. Por fin el 26 de junio de 1944 fue vista y XX mi causa, nº 18,083, en Consejo de Guerra, en Madrid. 


Fui condenado a 20 años de reclusión menor, por auxilio a la Rebelión, según testimonio de sentencia, en cuyo folio 2º referente a X-moción se dice: "Porque si bien en efecto vemos que los procesados


[Folio 2r]


lonyay.... han ocupado cargo alguna relevancia dentro del Gobierno Marxista, siempre fueron guiados de un espíritu de honradez, no lucrándose por ningún concepto en cuentas obras de arte estuvieron en su poder y procurando el mejor estado de conservación de las mismas” (Juzgado Militar nº 1 de Madrid). El 20 de septiembre de 1950 me fue concedido el indulto de la pena impuesto. 


Yo sabía por boca de mi ya desgraciadamente difunto amigo, Don Francisco de Borja de San Román, Director del Museo Arqueológico de Toledo, que él personalmente recogió en el verano de 1939 varios objetos de arte y muebles de mi casa y de mi estudio toledano, llevándolos al antes citado Museo, con la finalidad de resguardarlos y llegado su momento, facilitarme su devolución. Cuando el Boletín oficial publicó la fecha tope de reclamaciones para poder recuperar legitimos bienes, San Román ya no vivía. 


Acudí a una Notaría de Madrid (28-11-1958). En un sobre cerrado por el Notario, deposité las fotocopias del documento sobre mis bienes en Toledo, levantado en la legación Real de Hungría (parecidas a las que acompañan este escrito), un recorte del Boletín y haciendo constar en un escrito, que dada mi situación actual y por albergar ciertos temores que una reclamación mía podría causarme serios disgustos, y por no tener entonces personalidad social, que me permitiera hacer la petición, me veo obligado de no poder dentro del plazo señalado por el Boletín Oficial. 


Mi esposa, y muchos amigos vieron en los últimos años varias piezas de mi casa en el Museo Arqueológico de Toledo. Algunas de estas, todavía llevaron una etiqueta “de la casa de Malonyay”. Yo visité en fecha reciente, después de veinticinco años el citado Museo. He visto objetos de mi legítima propiedad. Está lejos de mí ánimo de perjudicar a nadie. Ruego encarecidamente a V.E., ayúdeme a que me sean devueltos estos bienes míos, que se hallan en centros oficiales, dependiente de su Ministerio. Hay en el Museo Toledano unas piezas, que proceden de la colección de mi padre. No es el me - ro valor material que anhelo recuperar. 


Con el ruego, que sepa perdonarme, mi atrevimiento por haber formulado mi petición en forma tan extensa y confiando en su recto sentido de justicia, le saluda con todo respeto, 

Thomas D. Malonyay 


Madrid, 15 de julio de 1961 






Finalmente, Malonyay falleció al año siguiente, 1962, y desconocemos el resultado de su petición. Tampoco aparecieron publicados sus estudios de El Greco.


Fuentes:



Notas:

 

1. Por favor, si copias, no me importa, pero cita el blog https://vestigiosguerraciviltoledo.blogspot.com

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