La Hermandad de la IV División Navarra en Cataluña publicó, en el año 1995, el libro “La IV División Navarra por la ruta del honor y de la fe, 1936-1939”, escrito por F. A. Villarrubia Solanes.
La IV División Navarra participó en la ruptura del frente de Toledo en la Ofensiva Final. Su historial militar, un monolito colocado en el Cerro de los Palos o este libro son testigos de aquello. Este libro lo cuenta así:
LA ÚLTIMA OFENSIVA DE LA IV DIVISIÓN DE NAVARRA
El 19 de marzo del "III año triunfal", celebrada la santa Misa en los respectivos acantonamientos, se cursó la Orden de iniciar el traslado de todas las Unidades al frente de Toledo, zona de Olías del Rey - Magán. ¡Sería la última orden de traslado de la División a un nuevo frente, ya que se acercaba el final de la guerra!
El embarque por ferrocarril se inició a las 14:55, los primeros batallones embarcados fueron el 1º de Flandes por la estación de Navalmoral y el 4º de San Quintín a las 15:30 por la de Casatejada.
La totalidad de las fuerzas a lo largo del día 22 quedaron estacionadas en los acantonamientos señalados en Casa Loranque (Cuartel General). Olías del Rey, casa Caldereta, Magan, Casa Alcalbin Alto, Casa Loranquillo, San Francisco, Casa Tio Pacho, Caserío Mejorada, Venta de Guadarrama, Casas el Corral y Navarrete. Fueron incorporadas a la IV las siguientes fuerzas de artillería: Grupo 105/11 de Montaña y 75/28 Scheneide.
Los días 23 y 24 se procede al desplazamiento de las distintas Unidades a la zona de vivac asignada en la cabeza de puente de San Martín en Toledo frente a la ermita en donde con el poeta recordaremos que a "buen juez mejor testigo", las primeras fuerzas que iniciaron la marcha fueron los Grupos de Artillería y la 5ª Compañía de Zapadores.
Las salidas fueron programadas en espacio de treinta minutos desde la anterior y así sucesivamente hasta el anochecer, en que ubicada toda la División, se montó un Depósito de Intendencia, otro de municionamiento y dos puestos de socorro. No tardó el enemigo en iniciar su hostigamiento con fuego de artillería, contra la cabeza de puente, produciendo los primeros heridos de aquella última batalla …
¡La hora "B" había llegado! En la mañana del día 27, las tres Agrupaciones se pusieron en marcha, y tras una preparación artillera de primera magnitud, en cantidad y en poder destructor, se lanzaron sobre las líneas enemigas, irrumpiendo en rodillo, en las mismas provocando su rotura. En rápido avance, ocuparon los pueblos de Layos, Chueca, Villaminaya, Mascaraque y Mora, liberaron de la cárcel a 152 prisioneros nacionales procedentes de Belchite y Teruel... y se cogieron 225 prisioneros. Trasladado el Cuartel General a Mora de Toledo, el avance prosiguió triunfalmente ruta al Este, sin lograr establecer contacto con el enemigo liberándose los pueblos de Villanueva Bogas, Tembleque, Romeral y Lillo.
Tras la rotura los prisioneros que a centenares se cogen aparecen desperdigados sin cohesión entre sí y sus Unidades; se trata de una alocada desbandada, una huida a campo atraviesa de tal forma que no se logra establecer contacto alguno con ninguna Unidad enemiga motivado tanto por la velocidad de su retirada en busca de los puertos de Levante, como el abandono de las líneas fortificadas por parte de los soldados rojos encuadrados a la fuerza y aterrorizados por unos Comisarios políticos que fueron los primeros en huir hacia los puertos de Valencia y Cartagena …
El día 29, tras la ocupación de los pueblos de Corral de Almaguer, Cabezamesada, Horcajo de Santiago, La Villa de don Fadrique y la Puebla de Almoradiel; en Lillo se tomó un tren-hospital y en la orilla del río Algodor grandes depósitos de munición de artillería.
En el pueblo de Las Hinojosas, ocurrió un lance muy curioso, aterrizó un avión ruso, tipo “Natacha” entregándose sus dos ocupantes. El avión iba en dirección Burgos a entregarse con su escuadrilla pero al comprobar una avería en la tubería del aceite, se vieron obligados a aterrizar.
Al anochecer por orden verbal del Cuartel General del Cuerpo de Ejército se creó, con urgencia, una columna Móvil motorizada de vanguardia integrada por: 1ª Brigada de Caballería., 10º Batallón Ciclista del Regimiento de Palma nº 37., 5ª Compañía de carros., IV División de Navarra, con la misión de emprender una marcha rápida sobre Murcia y Cartagena, centro de embarque del Ejército rojo en retirada y en completo desorden.
En cumplimiento de esta orden verbal a lo largo del día 30, una interminable caravana de camiones emprendieron la marcha desde el pueblo de Lillo ruta a Murcia y Cartagena, es decir cruzando toda la Mancha. Las primeras tropas que partieron fueron los infatigables y heróicos Batallones 1º y 2º de Flandes, B de Melilla y los grupos de Artillería de 105 y 75; el 3º de Flandes, por su parte, pudo poner en marcha un tren que halló intacto en la estación de Lillo, y así sucesivamente las restantes Unidades se volcaron, con el concurso de toda clase de medios de transporte, en el cumplimiento de la apremiante orden recibida. En plena marcha hacia Manzanares, objetivo para la primera jornada de la Columna móvil, hacia las 13 horas se recibió un parte verbal urgente por la que se ordena que la Columna …
Fuentes:
Villarrubia Solanes. (1995). “La IV División Navarra por la ruta del honor y de la fe, 1936-1939””.
https://vestigiosguerraciviltoledo.blogspot.com/2019/04/monumentos-monolito-de-la-iv-division.html
Notas:
1. Por favor, si copias, no me importa, pero cita el blog https://vestigiosguerraciviltoledo.blogspot.com
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